CANTOS DE LA NOVENA

Pues consuelo universal
Sois en cualquier aflicción,
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

En la eminencia de un risco
Apareciste a un pastor,
Dándonos señas tu amor
De acogernos en tu aprisco:
Si asalta el lobo infernal
Tú grey, contra su invasión,
Válganos tu protección,
¡ Oh, Virgen del Tremedal!

Al pastor manco, no en vano
Le pides torta; y atento
Al darla, ¡raro portento!,
Se halló la paga en la mano;
Bajó a Orihuela puntual,
Narrando tu difnación.
Válganos tu protección,
¡Oh Virgen del Tremedal!

Gozoso, el pueblo tu voz
Sigue al compás de su mano:
El monte tiene por llano,
Monta la cumbre veloz;
Así, amante, pronto, leal,
Celebró tu aparición.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Cuatro veces con fe pía,
Cuando a servirte se alista,
Por rozar siempre tu vista,
Bajarte al lugar porfía;
Otras cuatro a tu sitial
Vuelas, dando admiración,
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Levantar aquí previno
Templo, y para su decoro,
¡Qué sombro!, en moneda de oro
Costeó la fábrica un pino:
En su raíz se halló caudal
Bastante a la construcción.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Cuando así tu culto fraguas,
Todo falta, y todo sobra,
Pues faltando agua en la obra,
Un risco brindó agua:
Corriente y limpio cristal
Franqueó en tu veneración.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Vigilante centinela
Contra la enemiga saña,
Pones desde la montaña
Tus ojos en Orihuela;
A Castilla siempre leal
Miras también y Aragón.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Tus inefables cariños
Le explican de varios modos,
Y siendo grandes con todos,
Son mayores con los niños:
Su candor es memorial,
Elocuente a tu atención.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Tus obras, aunque frecuentes,
¡Rara exención!, siempre admiraron,
Mayormente si se miran
Tus puertas siempre patentes:
No hay noche en tu audiencia real,
Día es sin intervención.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Entre otros, es blasón alto,
Maravilla sin ejemplo,
Que abierto al favor tu templo,
Esté cerrado al asalto:
El que roba en tu sitial
Queda al salir sin acción.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!


Tus prodigios celebrados
Nadie contarlos intenta,
Pues suma mucho esta cuenta
Solamente en los quebrados:
No hay quebradura, no hay mal,
Mediando tu intercesión.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Peregrino a fuer de amante,
De tu casa en nuestro abono
Sales volando del trono
Por amparar al distante:
Sale, Madre Celestial,
De madre tu compasión.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

El que con don oportuno
Te ofrece de su substancia,
Multiplica la ganancia.
Cobrando ciento por uno:
Seiscientas reses puntual
Por seis diste una ocasión.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Al considerar tan bello
Tu alegre rostro las almas,
Esclavas en dulces calmas
Las dejas con noble sello:
No hay quien no se rinda, leal,
A tu alta dominación.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Es tu rostro, aunque halagüeño,
Si esquivo, muda colores,
Conocer los pecadores
Del divino enojo el ceño:
En este idioma especial
Les hablas del corazón.
Váganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!

Según anagrama fiel
Tremedal, Virgen María,
Brindando suave ambrosía,
Es más dulce que la miel:
No hay ni puede haber panal
De más sabrosa expresión.
Válganos tu protección,
¡Oh, Virgen del Tremedal!



Composición de la página por Angel Gimeno Monforte 31-5-2006