Pues no, el y sus hermanos nacieron en Tronchón y gracias a este hecho yo he podido conocer este remanso de tranquilidad y sabiduría. El Tremedal, era aquella referencia que siempre teníamos en la familia. Mi padre y mis tíos hablaban también del Tremedal y su Virgen con gran respeto y en voz baja. Voz de paz y tranquilidad..., pero ellos nunca habían estado en Tronchón.
La Virgen del Tremedal, ahora a mis 56 años la he visto. Realmente aquella sensación de tranquilidad y paz que me sugería cuando era pequeño, he podido comprobar que sin saberlo intuía el entorno de esta magnifica joya. Encima tuve la oportunidad de convivir con los tronchoneros y tronchoneras un día de la novena de setiembre, lo cual me lleno de emoción y respeto y recordé, o vi., ya no lo sé, a mi abuelo prometiéndome que un día me llevaría a Tronchón y veríamos juntos el Tremedal.
...Salve, Señora del Tremedal, bendecidnos y amadnos por caridad.